Para Piaget, efectivamente, el
proceso de construcción de los conocimientos es un proceso individual que tiene
lugar en la mente de las personas que es donde se encuentran almacenadas sus
representaciones del mundo. El aprendizaje es, por tanto, un proceso interno
que consiste en relacionar la nueva información con las representaciones
preexistentes, lo que da lugar a la revisión, modificación, reorganización y
diferenciación de esas representaciones. Ahora bien, aunque el aprendizaje es
un proceso intramental, puede ser guiado por la interacción con otras personas,
en el sentido de que “los otros” son potenciales generadores de contradicciones
que el sujeto se verá obligado a superar (Serrano y Pons, 2011).
Algunos autores dicen que su teoría no es en sí una teoría del aprendizaje, sino más bien una Teoría del Desarrollo Humano que describe la inteligencia y la evolución de las estructuras cognitivas en el desarrollo del niño.
La crítica más importante que se
le hace es que le da poca importancia a los procesos de instrucción, al
subordinar el aprendizaje de conocimientos específicos (aprendizaje en sentido
estricto) al desarrollo de estructuras cognitivas generales (aprendizaje en
sentido amplio). En sus investigaciones, no le interesa indagar el efecto de la
enseñanza, sino todo lo contrario: las estructuras del pensamiento (y no el
conocimiento) tal como se manifiestan sin la influencia del adulto (Espiro,
2012).
La psicología genética no ha sido
una teoría constituida con el objetivo de ser empleada en la tarea pedagógica,
sino que ha sido elaborada con un propósito declaradamente epistemológico. El
objetivo de Piaget y su escuela ha sido resolver problemas de algún modo
tradicionales en la historia de la filosofía, pero enmarcados en una nueva
perspectiva: la del mecanismo de formación de los conocimientos. De ninguna
manera estuvo presente en la constitución de la teoría la idea de ser
instrumentada directamente en la actividad pedagógica. En segundo lugar, la
práctica pedagógica ha planteado problemas para los que la psicología genética
no tiene todavía respuestas. Así por ejemplo: ¿cómo se apropian los alumnos de
un dominio específico del saber transmitido por la escuela, y cuáles son las
condiciones de esta apropiación? Por otra parte, ¿cómo explicar, desde el punto
de vista cognoscitivo, que sujetos que poseen el mismo nivel estructural
aprendan de distinta manera? En tercer lugar, la complejidad del hecho
educativo exige varios niveles de análisis y su subsecuente articulación. Es evidente
que en el acto pedagógico están comprometidos aspectos institucionales y
libidinales -además de los mecanismos cognoscitivos-, por lo que resulta
ilegítima su reducción a una sola perspectiva, por importante que sea
(Fernández y Lenzi, 1989).
Su teoría se considera constructiva porque sostiene que el individuo juega un papel activo en la transformación o construcción de sus estructuras mentales.
De acuerdo con Piaget, el desarrollo de la inteligencia consta de dos procesos esenciales e interdependientes: la adaptación y la organización.
La Adaptación
Mediante la adaptación (entrada de la información), se consigue un equilibrio entre la asimilación de los elementos del ambiente (integración de los elementos nuevos y de las nuevas experiencias a las estructuras previas) y la acomodación de dichos elementos a través de la modificación o reformulación de los esquemas y estructuras mentales existentes.
De acuerdo con Piaget, el equilibrio de una estructura se logra cuando las estructuras mentales anteriores permiten la integración de la información nueva. La inteligencia se desarrolla por la asimilación de la realidad y su acomodación a los esquemas mentales. Sin el desequilibrio de las estructuras mentales, y su posterior acomodamiento, no se desarrollaría La Organización
La organización permite estructurar la información en las unidades que van a configurar los esquemas de conocimiento. La interacción entre adaptación y organización, en cada etapa del desarrollo (Imagen 3), crea una forma de organización específica. Por ejemplo, durante la etapa Sensorio-Motriz, se adquieren estructuras simples que permiten llegar a la etapa Pre-operatoria, y así sucesivamente hasta llegar a la etapa de Operaciones Formales. Las estructuras cognitivas previas condicionan el aprendizaje, el cual modifica y transforma las estructuras, preparándolas para aprendizajes más complejos.
Castorina, Fernández y Lenzi (1989). La psicología genética y los
problemas de aprendizaje. En: Psicología Genética. Bs. As., Miño y Dávila.
p.17.
Díaz, F. y Hernández, G. (s.f.). Constructivismo y aprendizaje
significativo. En Estrategias docentes
para un aprendizaje significativo. Una interpretación constructivista.
Recuperado de http://mapas.eafit.edu.co/rid%3D1K28441NZ-1W3H2N9-19H/Estrategias%20docentes%20para-un-aprendizaje-significativo.pdf
Espiro, S. (2012). Piaget y la psicología genética. En El aprendizaje en entornos virtuales. Instituto de Formación Docente Virtual Educa.
Serrano, J. M. y Pons, R. M. (2011). El constructivismo hoy: enfoques constructivistas en educación. Revista Electrónica de Investigación Educativa, 13(1). Consultado el 20 de junio de 2015 en: http://redie.uabc.mx/vol13no1/contenido-serranopons.html
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